Santiago de Chile, 25 nov (Prensa Latina) La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) expresó hoy preocupación por la persistencia de la violencia de género y los feminicidios, que en 2019 ascendieron a cuatro mil 640 en la región.
Datos del Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe de la Cepal indican que el pasado año se reportaron oficialmente feminicidios en 18 países latinoamericanos y seis caribeños.
La situación de las mujeres y las niñas se ha visto agravada durante el confinamiento y las restricciones de movilidad dispuestas frente a la Covid-19, que limitaron su acceso a redes de apoyo y servicios de atención.
Así lo plantea la Cepal en un informe publicado en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, que se conmemora cada 25 de noviembre, y que da inicio a 16 días de activismo hasta el 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos.
Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, señaló que la violencia de género ocurre de forma sistemática en la región, no conoce fronteras ni edades y ocurre en el trabajo, en la calle, en las escuelas, en el ciberespacio y en los propios hogares.
Encuestas de seis países de la región señalan que dos de cada tres mujeres ha sido víctima de violencia en distintos ámbitos de su vida, y una de cada tres fue víctima o vive violencia física, psicológica y/o sexual, por un perpetrador que era o es su pareja, lo que conlleva el riesgo de feminicidios.
Bárcena subrayó que la violencia contra las mujeres, sin importar el lugar en que ocurra, es inaceptable, pero incluso su máxima expresión, el feminicidio, es prevenible, y señaló la necesidad de que ocurra un cambio en esa dirección.
Instó a los países a orientar sus estrategias siguiendo las recomendaciones del Secretario General de la ONU, António Guterres, en el marco de la Campaña ÚNETE, que promueve el financiamiento, prevención, respuesta y recopilación de datos para abordar esta verdadera «pandemia en la sombra».
Según la Cepal, los gobiernos de la región han dispuesto más de 90 medidas para enfrentar la violencia contra las mujeres en medio de la pandemia, pero la adaptación a modalidades remotas de ayuda, la saturación de los servicios de salud por la crisis sanitaria y las restricciones a la movilidad han afectado la atención a las víctimas.
La dependencia de la ONU señaló además que para superar la violencia de género contra se requieren políticas «que aborden los nudos estructurales de la desigualdad», principalmente los patrones culturales patriarcales discriminatorios y violentos.
Asimismo llamó a «avanzar en forma integral y acelerada en la garantía de los derechos y la autonomía de las mujeres en sus dimensiones económica, física y en la toma de decisiones».